Cuatro de cada diez mujeres, cerca del 45 %, esgrimen motivos laborales o la falta de seguridad económica para retrasar la edad de ser madres, según se desprende de una encuesta realizada por el Instituto de reproducción asistida y ginecología Fivir.
El estudio, realizado en el último año y medio entre 150 pacientes de esta clínica ubicada en Carcaixent, refleja que la búsqueda de una estabilidad personal y emocional es el otro factor que más condiciona la decisión de una mujer de recurrir a la medicina reproductiva en busca de un embarazo.
De hecho, casi el 30 % de las encuestadas adujeron que retrasaron su decisión o bien porque no tenían pareja o bien por un cambio de la misma y el 24 % restante esgrime otros motivos para explicar este retraso, desde estudios a pensar que su edad no era un inconveniente o a temas médicos.
«A menudo las mujeres no somos conscientes de que el tiempo es el principal enemigo de la fertilidad. Y cuando se plantean la maternidad, alrededor de los 40, la fertilidad ya se ve seriamente reducida», apuntó la directora del Instituto Fivir, Marita Espejo.
Según señaló, «la medicina reproductiva tiene cada vez más herramientas para ayudar a estas mujeres, gracias a tratamientos muy especializados y que día a día demuestran su elevada eficacia, pero también con prevención, con opciones como la vitrificación de ovocitos, que permite aplazar la maternidad con garantías».
Espejo también consideró que sería “fundamental” profundizar en la información y formación a las mujeres desde jóvenes para que sean conscientes de la realidad reproductiva, que hace que la fertilidad sea óptima hasta los 35 para empezar a descender a partir de los 38.
La edad de la maternidad en España no ha dejado de aumentar en los últimos años hasta situarse en 31,7 años de media en 2014, cuando veinte años antes era de 29,7 años.
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