Los empleados de 18 a 30 años sólo representan el 10% de los trabajadores con discapacidad presentes en las 360 empresas analizadas en el estudio ‘Jóvenes, discapacidad y empleo’, realizado por la Fundación Atresmedia y la Fundación Randstad, presentado este martes en Madrid. Este porcentaje se encuentra por debajo de la tasa de trabajadores ocupados en España menores de 30 años, que se sitúa en el 13,6%, y también se aleja del porcentaje de empleados con discapacidad de 31 a 45 años (un 66%) y de 46 a 65 años (24%).
Este informe busca mostrar la situación actual de los jóvenes con discapacidad en el mercado laboral español desde dos puntos de vista: el de profesional que trabaja o busca activamente trabajo y el de las empresas que contratan.
Así, el estudio, elaborado por Randstad Research, se ha construido a partir de dos encuestas desarrolladas entre septiembre y octubre de 2015. La primera, dirigida a empresas que en su gran mayoría cuentan con trabajadores con discapacidad, y la segunda a profesionales con discapacidad que, o bien trabajan en la actualidad, o buscan activamente empleo.
Del estudio se desprende que una elevada proporción de empresas (56%) manifiesta tener interés en contratar personas con discapacidad, aunque más de la mitad de las mismas declaran tener problemas para encontrar profesionales con discapacidad adecuados a sus necesidades, según ha detallado en la presentación del documento el director de Relaciones Institucionales de Randstad, Luis Pérez.
En cualquier caso, añade el documento, una vez elegido el empleado con discapacidad, los problemas de adaptación son poco frecuentes. Además, la inclusión de las personas con discapacidad crece con el tamaño de la empresa (en el 78% de las de más de 1.000 personas hay un interés por incrementar la presencia de personas con discapacidad en su estructura) aunque un gran número de ellas –cuatro de cada 10– carece aún de una política específica de contratación de personas con discapacidad.
En esta línea, los responsables de contratación valoran el talento y capacidad de trabajo de las personas con discapacidad, así como su contribución a generar buen ambiente y a crear modelos de referencia positivos.
En cuanto a la presencia de personas con discapacidad en la plantilla –en su mayoría, con discapacidad física–, las empresas de mayor tamaño recurren en mayor porcentaje a las entidades especializadas para la selección y contratación de este colectivo y lo consideran un acierto. El estudio también constata que las dificultades que las empresas encuentran en la integración de las personas con discapacidad no están relacionadas con la persona en sí.
Por otro lado, al igual que ocurre con los jóvenes de su generación, las empresas siguen penalizando a este colectivo por su falta de experiencia, lo que supone una de las principales barreras no sólo para su incorporación sino también para su desarrollo profesional.
Respecto a su formación, el estudio precisa que la cualificación de los jóvenes actualmente es superior a la de generaciones anteriores. En este sentido, sus niveles de formación superan los del conjunto de los profesionales encuestados, ya que un 48% tiene titulaciones universitarias o de FP.
Asimismo, el documento indica que la valoración que hacen tanto las empresas como los compañeros de trabajo de las personas con discapacidad sobre su incorporación es altamente positiva. Sin embargo, pese a su mejor cualificación, la valoración positiva de su preparación y que han desempeñado tareas adicionales en su puesto de trabajo, «esto no se traduce en oportunidades de desarrollo profesional» pues «disfrutan de menos ascensos y menor aumento de sueldo», según Pérez.
En cuanto a la percepción de los jóvenes con discapacidad, el colectivo valora la relación con sus compañeros y el reconocimiento a su trabajo por encima de las condiciones salariales.
RELACIONES LABORALES MENOS ESTABLES Y SALARIOS MÁS BAJOS
Los datos recogidos también confirman que los jóvenes menores de 30 años, estando profesionalmente cualificados, cuentan con relaciones laborales menos estables y salarios más bajos, incluso si la comparación se hace con el colectivo de personas con discapacidad. La falta de experiencia combinada con la escasez de oportunidades laborales dificulta de manera especial su incorporación al mundo laboral. Además, una vez dentro de sus empresas, también tienen mayores dificultades para su desarrollo profesional.
Con el estudio ‘Jóvenes, discapacidad y empleo. Una radiografía para la reflexión y la acción’, la Fundación Atresmedia y la Fundación Randstad quieren ofrecer una radiografía actualizada de la situación de los jóvenes con discapacidad en el mercado laboral español, además de contribuir a vencer estereotipos y facilitar su inclusión en las empresas.
En el evento, el director de Responsabilidad Corporativa y Comunicación de Calidad Pascual, Francisco Hevia, ha preguntado a los asistentes: «¿Por qué no intentarlo?» y ha destacado que el interés de las empresas radica en contar «con los mejores profesionales», al tiempo que ha puesto en valor el papel de los jóvenes.
Por su parte, Miriam Fernández, cantante y actriz, y antigua alumna del Curso de Interpretación para Personas con Discapacidad del Proyecto PRO, ha insistido en ver la discapacidad como «algo positivo» y ha animado al colectivo a demostrar que pueden «dar el máximo» una vez que tienen su oportunidad.
Todavía no hay comentarios en "El 10% de empleados con discapacidad que trabajan en empresas son menores de 30 años"