Los smartphones cambian los hábitos de compra

Pocos salen hoy de casa sin su ‘smartphone’ en el bolsillo, o incluso en la mano. Los móviles se han convertido en un elemento imprescindible en el día a día de las personas, lo que ha provocado que muchas de nuestras actividades rutinarias se vean afectadas por este fenómeno. Es el caso de los procesos de decisión de compra, donde el móvil juega un papel fundamental a la hora de adquirir una prenda de ropa o cualquier otro artículo en el establecimiento.

Gracias al ‘smartphone’, el consumidor puede consultar en su casa, en la oficina o incluso andando por la calle, las ofertas o cualquier información relevante sobre el producto que va a comprar, para después realizar una visita a la tienda física que más le interesa por precio, cercanía o funciones, y adquirirlo. Así, según los datos recogidos por la tecnológica española Somos Sinapsis, un 36% de los españoles hace una comparativa de precios entre el ofrecido en la tienda física y el que sale en internet antes de adquirir un producto. Los hombres son los que más realizan esta comparativa, concretamente un 38% de ellos frente al 34% de mujeres.

“Los datos sugieren que las personas que se informan a través de los dispositivos móviles antes de ir a comprar, han avanzado en su proceso de decisión y ahora saben dónde y el qué comprar”, afirma Toni Garrido, responsable de los sistemas de tecnologías de la información de Somos Sinapsis.

Asimismo, el estudio también revela que siete de cada diez consumidores adquiere un producto tras haber visualizado un anuncio en su teléfono móvil. Esto se multiplica si el consumidor lo ve en el mismo establecimiento, ya que un 82% de los clientes usa el teléfono en el lugar donde está realizando la compra. Esto ha incitado a que las marcas apuesten por incluir elementos en el establecimiento para que los consumidores puedan interactuar con su teléfono, como por ejemplo la irrupción de los códigos QR en las etiquetas de los productos.

Sin embargo, a pesar de que se busquen y comparen los precios desde el móvil, sigue siendo mayoritaria la venta en tienda física incluso entre los que miran todo antes por internet. De hecho, un estudio realizado por Quoty (la ‘app’ que facilita las compras ‘offline’ a través de las ventajas que ofrece lo ‘online’) desvela que dos de cada diez españoles prefieren ir al establecimiento a comprarlo después de ver un artículo que le interesa en internet.

Así lo explicó en Futurizz, la feria del marketing digital que se celebró la semana pasada en Madrid, la ‘project manager’ de Quoty, Teresa Aguado, y el responsable de Innovación y tecnología de Mediapost Group, Marcos Rojo. Durante la conferencia ‘En la era digital, ¿cómo planificamos nuestras compras’, los expertos hablaron sobre las nuevas perspectivas de negocio que abre este comportamiento de los consumidores a las empresas que tienen tiendas y puntos de venta físicos. Otro punto importante a destacar es la menor capacidad de fidelización con la que cuentan hoy en día los establecimientos con sus clientes habituales. El estudio de Quoty desvela que dos de cada diez españoles afirma que cambia de tienda cuando su establecimiento habitual ha subido el precio de un producto.

A lo que hay que añadir que el último estudio sobre comercio electrónico de IAB Spain revela que el denominado ‘efecto ROPO’ (es decir, la búsqueda en la red que acaba en compra en tienda) es aplicable a uno de cada cinco españoles. Esto significa que el hecho de poder ver, tocar y probar el producto sigue siendo un factor determinante a la hora de comprar. Otro estudio, en este caso de Fnac Francia, asegura además que los casi diez millones de españoles que tienen este hábito de consultar primero en internet y comprar luego en el punto de venta gastan un 33% más que aquellos que no lo tienen. Por si esto fuera poco, no hay que olvidar que en España ya hay 37 millones de dispositivos móviles con acceso a internet (28 millones de ‘smartphones’ y 8 de tabletas) y que, según Google, entre el 30% y el 40% de las búsquedas diarias que realizan los españoles se hacen a través de estos terminales, una cifra muy superior al 15% registrado en 2011.