El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha pedido al Gobierno que «apriete» a la CEOE para facilitar que empresarios y sindicatos puedan llegar a un acuerdo sobre la negociación colectiva de 2017.
«En la medida en que apriete (a la CEOE) será más fácil la negociación, porque un acuerdo entre sindicatos y empresarios le vendría muy bien al Gobierno», ha subrayado Álvarez.
El dirigente sindical ha denunciado que la negociación entre empresarios y sindicatos para acordar un nuevo pacto de convenios está en «punto cero», pues desde diciembre no ha habido ninguna reunión.
En este sentido, ha advertido a la patronal de que «si no entra a negociar» la negociación colectiva de 2017, será un proceso «altamente conflictivo» porque los sindicatos irán «convenio a convenio» intentando repartir entre los trabajadores los beneficios que se generan en la empresa.
Álvarez reconoce que con una inflación del 3% como la actual el acuerdo es más difícil de alcanzar, pero, en todo caso, ha emplazado a la CEOE a sentarse a negociar para ver si finalmente se puede pactar el incremento salarial para 2017 e incluso algunos aspectos de modificación de la reforma laboral para «dárselo resuelto al Gobierno».
¿HUELGA GENERAL?
El próximo miércoles, los sindicatos se concentrarán ante las sedes de las organizaciones empresariales para intentar desatascar la negociación salarial de 2017. Un día después, el jueves 23, se concentrarán ante las Administraciones Públicas para reclamar mejores condiciones laborales para los empleados públicos. Ayer domingo hubo manifestaciones por toda España y en marzo organizarán más protestas, todo con la idea de conseguir sus objetivos a través de la movilización social.
«Estamos en un proceso de movilización creciente, creciente hasta el infinito, no tenemos ninguna limitación», ha dicho Álvarez, quien como viene haciendo desde hace tiempo no ha descartado que finalmente los sindicatos convoquen huelga general, aunque ha reconocido que es un «cartucho» difícil de utilizar porque los trabajadores no siempre pueden renunciar a un día de su salario.
En todo caso, el líder de UGT ha condicionado la convocatoria de una huelga general a varios factores: unos Presupuestos estatales que no tengan en cuenta los objetivos sindicales, la marcha del diálogo social y con la CEOE, y la voluntad de los trabajadores. «Es fácil hablar de huelga general, pero mas difícil organizarla. Yo tengo la absoluta convicción de que en UGT hay una inmensa mayoría de gente que quiere que las cosas cambien», ha añadido.
De haber huelga general los sindicatos no esperarían a la aprobación de los Presupuestos de 2017. La harían antes porque «no tiene sentido presionar una vez aprobados».
A Álvarez no le molesta que algunas fuerzas políticas estén pidiendo una huelga general en España. Cree, por el contrario, que esto puede ayudar a los sindicatos a conseguir sus objetivos. Eso sí, ha dejado claro que si finalmente hay huelga general, será porque la convoquen los sindicatos, no un partido político. Y de haberla, ha dicho, sería una huelga económica y social.
En otro orden de cosas, el líder de UGT se ha vuelto a mostrar crítico con el Banco de España y sus recetas en materia de pensiones, y ha desvelado su sueldo: Álvarez gana 2.300 euros netos, en doce pagas. En este punto, ha denunciado la falta de transparencia del Banco de España por no desvelar lo que ganan sus directivos.
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