El Observatorio Generación y Talento ha celebrado esta mañana en la sede de Enagás, en Madrid, un Foro Intergeneracional para diagnosticar el estilo de liderazgo de la generación Baby Boomer. En foros anteriores, la Red de Empresas de este Observatorio analizó en jornadas similares, con managers y directivos, el liderazgo de la generación X y de los millennials.
Susana Toril, directora de Relaciones Laborales y Prevención de Enagás, ha inaugurado el encuentro subrayando la importancia de comprender cómo las organizaciones pueden aprovechar el valor que aporta cada generación. “Materializar nuestro compromiso con la Sociedad, con los profesionales, con las personas que ponen cara a esos profesionales y con la sostenibilidad de la compañía, nos llevó en su día a sumarnos al Observatorio”.
Los Baby Boomers son jugadores de largo recorrido en la liga de la vida profesional y muchos alcanzan la veintena de antigüedad en su empresa. La lealtad y el compromiso son su carta de presentación y saben que aportan la experiencia necesaria para analizar y tomar decisiones; por eso les estimulan los retos asociados a oportunidades de crecimiento. La incertidumbre ante el futuro les genera gran ansiedad y viven con decepción e incluso tristeza el deterioro de la relación con la empresa tras años de fiel servicio. Retos, respeto y reconocimiento son sus demandas capitales. Se ven superados por la complejidad del mundo actual, a la que prefieren asistir como observadores, y depositan en los jóvenes la responsabilidad de encarar el futuro. Ellos, con sus nuevos valores y prioridades, son los máximos exponentes de la realidad que nos rodea y por ello les miran con mezcla de curiosidad, perplejidad o incluso como amenaza.
Tienen mucho miedo ante todos los cambios que están sucediendo y la rapidez de los mismos. Se ven en un mundo que ya no respeta los códigos por los que ellos se rigen (fidelidad a la empresa, antigüedad, galones, etc.).
¿Y cómo líderes? Según han comentado esta mañana en el Foro Intergeneracional del Observatorio GT, los managers BB valoran las culturas flexibles, transparentes y responsables; la colaboración y comunicación bidireccional con sus equipos; el talento y “no las funciones”; potenciar y dar visibilidad a las fortalezas y las aportaciones, y no las áreas de mejora.
En su opinión, en muchos casos, ese tipo de cultura choca con la falta de herramientas, por ejemplo, para la evaluación del desempeño.
Primordial es, bajo su punto de vista, identificar las necesidades individuales de cada miembro del equipo -para que se sienta parte de un conjunto-, elaborar un plan formativo, el feed-back entre responsable y colaborador y la evaluación. Como jefes, intentan transmitir pasión por el trabajo y los valores corporativos.
¿Cómo perciben su estilo de liderazgo otras generaciones? Entre sus desafíos y amenazas, se señalan los idiomas, las competencias digitales, el déficit tecnológico, la resistencia al cambio, la gestión de la diversidad o su cultura presencial, entre otras.
El liderazgo intergeneracional está centrando el trabajo del Observatorio Generación & Talento durante 2017, según han explicado Elena Cascante y Ángeles Alcázar, socias directoras. El objetivo es hacer un análisis de 360º del liderazgo intergeneracional para conocer cómo desarrollan los comportamientos directivos cada una de las generaciones de jefes y elaborar un estudio con rigor científico a final de año, en colaboración con la Universidad Europea de Madrid como socio académico del Observatorio.
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