BDO, una de las principales firmas internacionales de servicios profesionales, ha presentado el informe Movilidad Global: Percepciones de la movilidad de los empleados en un clima de cambio, proyecto realizado en colaboración con el Consejo Canadiense de Reubicación Laboral (CERC), en el que destaca que la guerra por el talento se ha globalizado por la mayor demanda de movilidad laboral internacional, que ha marcado registro histórico en 2017.
En la primer edición del presente informe, realizada hace cinco años, los empleados estaban claramente más dispuestos a considerar la reubicación internacional de lo que están en el presente ejercicio.
El informe de BDO también reseña que cada vez más factores como la seguridad laboral o la familia influyen tanto o más que la remuneración a la hora de que el trabajador acepte una reubicación internacional o una expatriación. Debido al entorno cambiante económico, político y social, la expatriación requiere cada vez más la aplicación de nuevos incentivos y apoyos por parte de las empresas, más allá de un incremento salarial.
Si bien la seguridad laboral y las preocupaciones familiares continúan siendo los factores más importantes, los nuevos datos muestran que han surgido necesidades y deseos únicos más allá de la remuneración que deben cumplirse antes de que los empleados consideren la expatriación. Incluso después de que se ofrecen tales incentivos, los empleados muestran una menor disposición a mudarse, en comparación con los datos de la edición 2012 de este informe.
En este sentido, el 36% de los consultados, valora entre los factores más atractivos el poder volver a su puesto actual tras la expatriación, junto con la financiación de la formación en el idioma. Mientras, un 35% valora la asistencia y ayuda para facilitar la inserción laboral del cónyuge, u otros aspectos relacionados con el desplazamiento al país de origen.
En cuanto al perfil del empleado que está más predispuesto a viajar, el informe de BDO indica que en casi un 25% de los casos se trata de un individuo menor de 35 años, sin cónyuge y sin hijos.
Pilar Espinosa, directora del área de Capital Humano de BDO Abogados y Asesores Tributarios en España, señala que, en su experiencia, “las principales dificultades a la hora de aceptar un traslado internacional, se focalizan en la familia”.
El informe destaca además que factores como la atención médica, la inmigración y la Seguridad Social en el país de destino han pasado a jugar un papel más importante que antes en la decisión de los profesionales a trasladarse. En la encuesta global se sitúa como política más importante y crítica para aceptar la expatriación, con un 82%, que el país de destino tenga un Sistema de Salud de alta calidad con una gran accesibilidad.
Por el contrario, la principal preocupación histórica de las empresas ha sido el coste de trasladar a un empleado al extranjero, con problemas que van desde la conciliación de cuestiones impositivas y de nómina hasta incentivos de compensación y estructuración de tareas.
Estados Unidos sigue siendo la mejor opción para la expatriación (30%), aunque un número significativamente menor de empleados desea trasladarse a los EE UU en comparación con 2012. Le siguen Canadá (22%), Reino Unido (19%) y Australia (19%). Esto podría indicar una nueva tendencia sobre cuál es el país preferido para la movilidad internacional. Los aspectos que a menudo ejercen influencia en la toma de decisión del destino son la geografía, el lenguaje común, la cultura y las prácticas comerciales.
En cuanto a los perfiles profesionales más proclives a considerar la expatriación internacional son aquellos con ocupaciones en marketing, publicidad y relaciones públicas; arte y entretenimiento; y energía, minería y recursos naturales.
La expatriación en España
Según señala Pilar Espinosa, “los expatriados españoles se han ido al extranjero principalmente para impulsar su carrera profesional y la intención de estancia media en el país de destino es de 2-3 años, con la idea clara de regresar a España pasado ese tiempo”. La edad media del expatriado español es de 38 años, superior a la media que arrojan otros países de acuerdo con el estudio de BDO.
Para Pilar Espinosa, “las multinacionales españolas ponen el foco en la fiscalidad, es decir, garantizar al empleado que se desplaza, que no soportará ni más ni menos que el mismo impuesto que hubiese soportado en su país de origen, en caso de no haberse desplazado en asignación”.
Pilar Espinosa concluye: “El hecho de que la mayoría de los empleados se trasladen a otro país si se ofrece suficiente dinero es cada vez menos efectivo, por lo que atraer al talento para considerar un cambio temporal de país, requiere mucho más que un incremento salarial”.
El informe se realizó en los primeros meses de 2017 y contó con la participación de 20 países y aproximadamente 14.500 encuestados de: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Gran Bretaña, India, Italia, Japón, México, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur, España, los Países Bajos, Turquía y los Estados Unidos.
A diferencia con otros estudios, el informe de BDO analiza la movilidad internacional de empleados desde una perspectiva innovadora, la del empleado, en lugar de la de la empresa, que es el enfoque tradicional en este tipo de informes.
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