¿Los directivos españoles necesitan seguir formándose? A tenor de los datos, la respuesta es afirmativa. Según los últimos datos disponibles procedentes de informes del World Economic Forum (2015), España se situó en el puesto 33 en cuanto a la calidad de sus directivos, en el 95 en lo que respecta a la formación de los empleados y en el 59 en el grado de confianza en la gestión profesional. Estos datos, aunque poco alentadores, no son sino un reflejo de la inversión de las empresas españolas en la formación de sus plantillas: un 0,25 % de los costes laborales totales según la Fundación SEPI. En este contexto, es evidente la necesidad de mayor inversión en formación executive y en la elección adecuada del programa.
iKN Spain (antes iiR), empresa dedicada al intercambio de conocimiento empresarial y de creación de networking directivo desde hace 30 años, es un actor referente en programas executive.
Estos programas se ajustan a las necesidades específicas de aprendizaje, especialización y actualización de conocimientos para dar respuesta a las exigencias actuales del entorno empresarial. Su propósito es enriquecer las capacidades y aptitudes de los trabajadores para que se desarrollen profesionalmente, lo que se traduce en mayor productividad, mejor gestión de tareas y valor añadido a las organizaciones, mejorando la competitividad de sus empresas.
Esta trayectoria permite a iKN Spain facilitar siete consejos clave a la hora de incorporarse a un programa ‘executive’ de formación, dirigidos a profesionales y directivos junior y senior:
- Sólo alto nivel para garantizar los resultados. Sería recomendable rehusar formaciones intensivas que no alcancen objetivos, temario y ponentes de alto nivel. El programa debe abordar en profundidad los fundamentos teórico prácticos para el desempeño de la actividad como directivo, bajo un enfoque claro, dinámico y con búsqueda constante de feed-back.
- La especialización es el camino de ‘baldosas amarillas’. Asegurarse de que el programa trate contenidos especializados, actualizados y adaptados a las necesidades reales. Deben poder ser trasladados al día a día profesional para su inmediata aplicación práctica.
- Interactuar para aprender. Di sí a una Metodología didáctica-interactiva. El programa debe estar basado en un enfoque práctico de experimentación en el aula e intercambio de experiencias, que incluya comprensión, análisis y resolución de casos así como dinámicas de reflexión y resolución de problemas reales.
- Eres tú y tu circunstancia. Olvídate de los programas que no estén personalizados. El modelo de aprendizaje y la personalización son dos factores que asegurarán la efectividad del programa a la hora de lograr la mejora personal y el cambio real. Se hace necesario elegir itinerarios formativos especialmente diseñados para satisfacer necesidades concretas (en las formaciones individuales) o las de los equipos (en las formaciones in company).
- El verdadero nivel aparece con la investigación de los formadores. El equipo docente ha de ser de máxima calidad con instructores expertos en cada materia y área, con dilatada y consolidada experiencia profesional así como cualidades para la transmisión eficaz de conocimientos desde un background de aplicación a los negocios, dispuestos a dar respuesta a las necesidades de especialización y actualización exigidas.
- Acreditación. Acepta solo formación y calidad acreditada con un certificado de aprendizaje según las horas de formación impartidas.
- La famosa hoja de ruta. Exige un modelo, un ‘action plan’, metodología y herramientas eficaces y probadas para aplicar inmediatamente en tu empresa después de participar en uno de estos programas.
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