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BBVA propone una nueva política de remuneraciones de los consejeros ejecutivos

La nueva política de remuneraciones de los consejeros ejecutivos para los próximos tres años incluye 1) un aumento de las cantidades a diferir y del periodo de diferimiento de la retribución variable, de manera que el 60% de la retribución variable quedará diferida durante 5 años; 2) un aumento de la retribución en acciones: la parte diferida se dividirá en un 60% en acciones de BBVA y el otro 40% en efectivo; y 3) la retribución variable estará sometida a cláusulas de reducción y de recuperación de cantidades diferidas y satisfechas (malus y clawback).

 

El Consejo de Administración ha aprobado una nueva política de remuneraciones de los consejeros ejecutivos para 2017, 2018 y 2019, con el fin de ajustarse a las novedades regulatorias en materia retributiva (Circular 2/2016 del Banco de España y las directrices de la Autoridad Bancaria Europea sobre políticas de remuneración adecuadas). Esta nueva política será sometida a la aprobación de la próxima Junta General de Accionistas, el 17 de marzo.

Las principales novedades de la política son:

  • Un aumento del porcentaje de la retribución variable cuyo pago se difiere en el tiempo (60%), así como un aumento del periodo de diferimiento (5 años para los consejeros ejecutivos y la alta dirección). Esta parte diferida podrá reducirse en función del resultado de indicadores plurianuales relacionados con la evolución de la acción y de las métricas fundamentales relativas a la rentabilidad, liquidez y solvencia a largo plazo.
  • Un aumento de la parte de la retribución variable a pagar en acciones. El pago inicial de la retribución variable se realizará a partes iguales, en efectivo y en acciones de BBVA, mientras que la parte diferida se dividirá en un 60% en acciones de BBVA y el otro 40% en efectivo.
  • La revisión de las cláusulas de reducción (malus) y recuperación de cantidades ya satisfechas (clawback) de la retribución variable, para alinearlas en mayor medida con los supuestos establecidos en la nueva regulación. Durante todo el periodo de diferimiento y retención de las acciones (6 años) estas cláusulas podrán hacerse efectivas, en caso de un deficiente desempeño financiero del Grupo, de la unidad o del individuo derivado de conductas irregulares, fallos en la gestión de riesgos o reformulación de cuentas anuales, entre otros.
  • Las acciones recibidas por los consejeros ejecutivos en concepto de retribución variable estarán indisponibles durante el periodo de un año desde su entrega. Además, los consejeros ejecutivos no podrán transmitir la propiedad de un número equivalente a dos veces su retribución fija anual hasta transcurrido un plazo de tres años desde su entrega, salvo las que necesiten enajenar para hacer frente a los costes fiscales relacionados con su adquisición.
  • Un cambio en el equilibrio entre el componente fijo y el variable de la remuneración, para alinearlo en mayor medida a la regulación aplicable y facilitar su aplicación, permitiendo una mayor flexibilidad de la retribución variable frente a la fija. Este cambio no supondrá, en ningún caso, un incremento de la retribución total de los beneficiarios.
  • Un cambio en el sistema de previsión del consejero delegado, hacia un modelo sencillo, transparente y plenamente alineado con la regulación. En este sentido, se ha transformado el sistema de “prestación definida” en un nuevo sistema de “aportación definida”, en el que se fija claramente y “ex ante” las aportaciones anuales a realizar al plan de pensiones. Adicionalmente, se ha eliminado la posibilidad de percibir la pensión de jubilación de forma anticipada. Conforme a la nueva normativa del Banco de España (Circular 2/2016) se establece que un 15% de las aportaciones anuales tengan la consideración de “beneficios discrecionales de pensión”.

Remuneración generada en 2016

En cuanto a la remuneración de 2016, el presidente de BBVA, Francisco González, ha generado una remuneración total de 4,9 millones de euros correspondiente al ejercicio 2016, un 12% menos que el ejercicio 2015, y cuya parte diferida (1,5 millones de euros) no cobrará hasta 2020. La remuneración variable desciende un 18% respecto a la del ejercicio 2015, hasta los 2,94 millones de euros. En la variación ha influido el impacto en el beneficio del Grupo BBVA de la provisión por las cláusulas suelo y la evolución de los tipos de cambio. El sueldo variable diferido está sujeto a la política retributiva vigente en 2016, con indicadores plurianuales que pueden reducirlo e incluso llevarlo a cero, nunca incrementarlo, así como cláusulas malus que podrían limitar o impedir el cobro.

Por su parte, la remuneración total correspondiente al consejero delegado, Carlos Torres Vila, ha sido de 4,4 millones de euros, frente a los 3,8 millones de euros de 2015. La remuneración variable generada en 2016 asciende a 2,36 millones, un 12% más que en el ejercicio precedente, pero la comparativa no es homogénea pues su nombramiento como consejero delegado se produjo en mayo de 2015. Si se comparara con un ejercicio completo, la remuneración variable hubiera descendido un 13%. No cobrará hasta 2020 la parte diferida de la remuneración variable (1,2 millones de euros).

La determinación del número de acciones que les corresponde a cada uno por la remuneración variable de 2016 se ha calculado con un precio de 6,43 euros por acción, que es el precio medio de cierre de la acción de BBVA entre el 15 de diciembre de 2016 al 15 de enero 2017 (ambos inclusive). El 50% de estas acciones se entregará  ahora y, el resto, dentro de tres años, sujeto a la evolución de indicadores plurianuales.

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